La Luna es el astro más cercano que tenemos, y su influencia energética deja huella en los mares, los animales y las plantas… y en nosotros. Así como las mareas y corrientes varían, y los animales muestras nuevos patrones de conducta según la fase lunar, también cada signo se ve afectado de manera por ella. Para analizar estos efectos nos centraremos en las fases más importantes de la Luna: el plenilunio (su punto de luminosidad máxima) y la luna creciente (su cara más oscura).
ARIES
Luna llena: Es un momento en el que el Carnero se siente con una mayor capacidad y energía para enfrentar los retos de la vida. Siente una gran compulsión por cerrar contratos y acuerdos, y eso puede hacerle poco cauteloso.
Luna creciente: Es una noche en la que, en contra de su naturaleza habitual, siente la necesidad de acercarse a los que ama. Su capacidad sexual y su deseo se incrementan. Se vuelve alegre, y no desea estar a solas.
TAURO
Luna llena: Siente un gran deseo de centrarse en su interior, y como pocas veces deja de lado las áreas manuales y productivas, y se enfoca en sí misma. Se deja por un extraño deseo de soledad y de conocerse.
Luna creciente: Desasosiego y melancolía. Una penumbra que no le sienta bien, y le hace apartarse del mundo. Puede dejarse llevar por el malhumor y a intolerancia, poco habituales en él.
GÉMINIS
Luna llena: Se siente expuesto de una manera desagradable, como si estuviera desnudo frente a los demás. No está cómodo en público y siente que sus intenciones pueden ser adivinadas por los demás.
Luna creciente: Es su mejor noche. Una para el amor y para cerrar acuerdos. Es su mejor oportunidad para que intente juegos de azar y apuestas. Además, se siente completo, como si las desavenencias consigo mismo hubieran sido superadas.
CÁNCER
Luna llena: Para este signo la Luna es su mejor compañera, y que brille en toda su intensidad le da la mayor de las energías y la mejor de las fortunas. Es un momento para que Cáncer salga y se recargue de la luz y la clarividencia que la Luna llena le brinda.
Luna creciente: Cáncer se siente con un mayor deseo de conectar con su interior. Por ello este es un momento para recogerse, para dejar que las urgencias de la vida no le impidan ese rito de unión consigo mismo.
LEO
Luna llena: Como la Luna es su natural opuesto, su punto de máximo brillo no es el mejor de los escenarios para el león, que ve disminuida su autoestima, y se siente impelido a ir con cautela, a riesgo de arriesgar y perder.
Luna creciente: La penumbra lunar hace del león un cazador más arriesgado, menos cauto, y se ve animado a tomar riesgos. En esa noche puede asumir apuestas y alianzas que de otra manera no haría.
VIRGO
Luna llena: No hay una mejor noche para la Doncella. La luz de la luna le hace sentir el deseo de saltar, de bailar, de salir de sí mismo. Es un momento que desea pasar en compañía de los que ama, y disfrutar intensamente.
Luna creciente: Para la Doncella la penumbra no es una buena circunstancia. La ausencia de la luna le somete a una sensación de peligro inminente. Ve amenazas por todas partes, y es preferible que tome refugio en esa noche.
LIBRA
Luna llena: Para la Balanza toda situación exuberante es agobiante, y eso le sucede con el plenilunio, que le hace sentir lleno de una sensualidad y de un deseo con los que no sabe muy bien qué hacer. Tiende a reprimirse.
Luna creciente: La discreción de la penumbra es un gran momento para este signo, que en esas noches calladas, serenas y oscuras encuentra un grato momento para meditar, empezar proyectos y cerrar duelos.
ESCORPIO
Luna llena: Para los apasionados escorpiones esta es su noche ideal, pues el plenilunio inflama los sentimientos y enciende la temporada del amor. Es una noche en que se siente lleno de una pasión animal, y sabe sacarle provecho.
Luna creciente: No es un momento que agrade al nativo de este signo, pues mareas y emociones amainan, y todo por regla general adquiere un aspecto apaciguado, que no va con la idea que de la vida tiene el Escorpio, que se siente preso de la melancolía.
SAGITARIO
Luna llena: Bajo esta luz plena, el Arquero mejora su mirada, tanto la de sus ojos como la de su mente, y es el momento ideal para que trace planes a mediano plano. Su salud, en lo general, se va favorecida por este trance.
Luna creciente: La penumbra hace dubitativo al Arquero, y tiende a renunciar a proyectos y propuestas que ya estaban en puerta. Cede a la presión, algo innatural en él, y puede tender a la melancolía y la impotencia.
CAPRICORNIO
Luna llena: Este es un gran momento para que este signo cierre proyectos y se lance en busca de o nuevo. Se encontrará deseoso de trazar nuevas sendas, pues un especial espíritu de aventura inflama su cuerpo.
Luna creciente: Es un momento en que debe establecer alianzas, sobre todo con personas con las que no creía necesario realizarlos. También se verá sometido a una gran necesidad de realizar cambios en su cuerpo, a través de dietas y ejercicio.
ACUARIO
Luna llena: El alma revolucionaria del Aguador se ve agitada ante el influjo del plenilunio (no en balde numerosos hechos sociales ocurrieron bajo el influjo de esta luz). Su ansia de cambio se vuelve indomable.
Luna creciente: Como el Aguador no se lleva bien con los periodos calmos, se sentirá inestable y poco dado a movimiento, con una fatiga que le llega al alma y que no le permitirá ni el mínimo margen de acción.
PISCIS
Luna llena: Para este signo la luz del plenilunio es esencial para entrar en un estado de meditación profunda, que le hará dueño de una clarividencia a toda prueba. Es el momento para hacerle caso a los sueños.
Luna creciente: Un momento para hacer cosas mundanas, que tanto trabajo le cuestan al pez. Es e mejor momento del mes para realizar pagos y planificar trabajos prácticos.